martes, 16 de noviembre de 2010

Boca - Reapareció “El Rafa” Di Zeo


Cuando parecía raleado de la vida de Boca, el ex líder de“La 12″ hizo una demostración de fuerza en el hotel donde concentran los jugadores.

Con el ex jefe de la barra brava Rafael Di Zeo y su hermano Fernando como cabezas más reconocibles, un grupo de barrabravas de Boca Juniors se hizo presente en el hotel donde concentra el equipo de la Ribera, con la excusa de apoyar a los jugadores que mañana enfrentarán a River Plate en el Monumental.
Tras llegar al lugar desde la General Paz con bombos y banderas, unos 500 hinchas auriazules cortaron la esquina de Carlos Pellegrini y Posadas e hicieron una calle para recibir con cánticos y palmadas a los jugadores, que justo -oh casualidad- llegaban en un micro al hotel luego de entrenarse esta tarde en el predio de Casa Amarilla.
La movida evidencia la intención de Di Zeo y sus secuaces de no perder protagonismo en la vida del club, de la que quedaron un poco raleados  luego de que la Justicia prohibiera hace algunos años alRafa ir a la cancha y su grupo fuera desplazado por el que comanda el actual jefe de “La 12″, Mauro Martín.
Luego del banderazo, que no duró más de media hora, los barras -enfrentados con la fracción que comanda Martín- se retiraron pacíficamente. Para entonces, ya habían cumplido su cometido.

Newells - EL HORNO NO ESTA PARA BOLLOS




El Panadero negó su participación en la agresión a un barrabrava opositor a su sector. Su abogado presentó ayer el video con imágenes que de las cuatro cámaras de seguridad instaladas en su casa, donde se lo ve permanentemente.
Un ataque a balazos a un custodio de una confitería bailable fue señalado como un nuevo episodio de violencia en la lucha por el poder de la barra de Ñuls, aunque en la investigación surgieron dudas respecto al móvil sugerido por la víctima. Sebastián González, miembro de la facción leprosa que lidera Matías Pera, fue herido de bala en la madrugada del domingo mientras realizaba su trabajo en la puerta de la confitería Athipyko, agresión que vinculó directamente a su oposición al liderazgo de la barra rojinegra, a cargo de Diego "El Panadero" Ochoa. El acusado, por medio de su abogado, negó su participación en el hecho, para lo cual presentó ayer el video con las imágenes que durante las 24 horas del día registran las cuatro cámaras instaladas en el exterior e interior de su domicilio. Ochoa se presentará esta mañana en el juzgado y tras declarar quedará detenido por disposición del juez de Instrucción Jorge Baclini.
Sebastián González, de 35 años, recibió un impacto de bala en la pierna a las 2 de la mañana del domingo, mientras cumplía funciones como custodio en la puerta de un local bailable ubicado en Balcarce 200. De acuerdo al relato de testigos, el ataque con armas de fuego fue realizado por dos personas que se movilizaban en moto, una de ellas claramente visible por vestir "un buzo rojo".
La víctima advirtió a la policía que la agresión tenía como móvil su participación en la facción de la barra que lidera Matías Pera, que busca arrebatarle el liderazgo de la popular al Panadero. En tal sentido dirigió la Justicia la investigación, ordenando los allanamientos de los domicilios de Ochoa, y al de Luis Bassi, considerado por los violentos rebeldes de la popular como "la mano derecha del Panadero".
Ochoa y Bassi, este último que reside en Villa Gobernador Gálvez, no se encontraban en sus respectivos domicilio el domingo por la noche, al momento de la irrupción de los policías, pero según sus abogados se presentarán esta mañana en Tribunales para declarar, y responder así al pedido de captura que pesa sobre ellos.
En la oportunidad Ochoa, a quien en el allanamiento le secuestraron dos armas de fuego --una carabina semiautomática 22 largo y pistola 22-- y una remera roja, presentará la pistola 9mm, con la cual los testigos afirman que se produjo el ataque. Pero ayer su abogado, Juan Ubiedo, dejó en el juzgado las imágenes tomadas por el circuito cerrado de cámaras que Ochoa instaló mes atrás en su domicilio para filmar todo lo que sucede en el exterior e interior, documento que, afirman, prueba que se encontraba en su domicilio al momento de la balacera.
Ochoa es el primer barra del fútbol argentino que denunció en la Justicia agresiones por parte de compañeros de tribuna, como ocurrió tras la golpiza sufrida el 4 de setiembre. En aquella oportunidad se benefició con la evidencias aportadas por las cámaras del Coloso del Parque para individualizar a sus agresores (Pera y Maximiliano Rodríguez).
El juez Baclini, que entiende en la causa, dispondrá hoy que Ochoa y Bassi queden detenidos una vez que presten declaración, puesto que la única hipótesis que se analiza en el ataque a balazos es la sugerida por la víctima. Hay tres testigos que señalan que Ochoa y Bassi eran quienes se movilizaban en la moto de donde se realizaron los disparos, con lo cual de probar las pericias la coartada de los denunciados, seguramente el líder de la barra cargará judicialmente por falso testimonio contra los testigos. De igual modo, por un antecedente judicial que registra Bassi, es muy probable que el expediente cambie de juzgado.
La embestida judicial de Pera contra Ochoa aparece dos días antes de que caduque la restricción de la Justicia hacia los violentos, que prohíbe a barras ingresar a cualquier estadio donde juegue Ñuls, como consecuencia de la reyerta protagonizada en la popular leprosa meses atrás.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Doble agresión de la barra de Quilmes a sus jugadores



La acumulación de derrotas, al menos en el fútbol argentino, parece ser sinónimo de violencia. Entonces, en Quilmes (no ganó aún en este Apertura), no tendría que sorprender lo sucedido ayer, tras la derrota ante Gimnasia 1 a 0: en la bajada de la autopista Buenos Aires-La Plata, cuando el plantel de Leonardo Madelón volvía de la ciudad platense, el micro que transportaba a la delegación recibió piedrazos e insultos, rompiendo un vidrio del ómnibus. Encima, cuando llegaron al estadio Centenario, varios jugadores se encontraron con sus autos rayados, abollados y con rotura de vidrios. El parabrisas del coche de Adrián Czornomaz, técnico de la reserva, fue partido en dos, y fue el que llevó la peor consecuencia.
Nueve fueron los autos perjudicados en el estacionamiento de la cancha de Quilmes. Además del de Czornomaz (“no sé qué voy hacer ahora”, declaró), los de Ariel Broggi y Danilo Gerlo fueron los más dañados.
“En Quilmes nunca pasan estas cosas. Por eso nos sorprendió. Es más: en Quilmes esto nunca pasó. Encima en la cancha de Gimnasia no hubo ni un problema. El respaldo de la gente fue increíble. Por esto extrañó más todo lo que pasó. Obviamente repudiamos cualquier hecho de violencia”, le dijo ayer a Clarín Carlos Coloma, vicepresidente de la institución cervecera. El dirigente, además, contó que “dos o tres coches se acercaron al micro en la bajada de la autopista, y rompieron sólo un vidrio. No se llegó a identificar quiénes fueron. Los jugadores, por supuesto, tienen todo nuestro apoyo”.
Esos mismos jugadores, tras encontrar varios autos abollados, rayados y con los vidrios rotos, se dirigieron a la comisaría 3 de Quilmes para realizar la denuncia correspondiente. Integrantes de Futbolistas Argentinos Agremiados, con Sergio Marchi a la cabeza, se acercaron al lugar para tomar nota de lo sucedido, y acompañar a los jugadores hacia la seccional: en ese trayecto, desde el estadio hacia el edificio policial, también aparecieron hinchas que insultaron a los futbolistas, quienes luego, de a dos, fueron pasando para contar sus versiones. El plantel debe regresar mañana a las 10 a los entrenamientos. Sin embargo, Marchi dijo que “no está garantizado” que los jugadores vuelvan a trabajar. Los futbolistas le pedirían no practicar al presidente Meiszner.
Quilmes acumula 19 partidos sin victorias (9 empates y 10 derrotas; el último triunfo fue ante Instituto, 1 a 0, en la B Nacional). Ya con Hugo Tocalli, la barra había tenido conversaciones subidas de tono con este plantel. ...

La interna de la barra llena de temor al barrio River


Los 9 de cada mes, la cúpula de Los Borrachos del Tablónasiste a una misa en homenaje a Gonzalo Acro en la iglesia Santiago Apóstol, que está en la esquina de Udaondo y Ricchieri, en el denominado barrio River. Ayer, los vecinos de esa cotizada zona de la Ciudad rogaban por dos cosas: primero y principal, por que la cercanía del Superclásico no depare un nuevo enfrentamiento entre sectores antagónicos de la barra , como ocurrió allí el martes a la noche; y, segundo, por que los violentos de la tribuna riverplatense decidan trasladar a otra iglesia los homenajes al barra asesinado hace tres años y tres meses. Lejos del pánico que sienten los vecinos, ayer los barrassólo se preocupaban por ver cómo harán para terminar de pagar antes del martes los 300 mil pesos que les habría costado la bandera gigante que tienen previsto estrenar el martes ante Boca.
“Vivo a dos cuadras de la iglesia y a eso de las ocho y media de la noche salimos con mi mujer y mi hijo a comer a un restorán que está sobre Udaondo, a unos pocos metros de Libertador, cuando empezamos a escuchar tiros. Enseguida vimos gente corriendo por el barrio y nos tuvimos que meter de nuevo adentro de la casa. Uno de los tipos gritaba: ‘Hijos de puta, los vamos a matar a todos’ ”, contó ayer a Clarínun vecino del barrio.
El nuevo enfrentamiento se produjo en el marco de la interna -a esta altura interminable- que mantienen quienes tienen el control de la tribuna (al grupo lo lideran Caverna , Martín de Ramos y Joe ) con la banda denominada Los Patovicas de Hurlingham , que quieren quedarse con el poder de la popular. Si bien fuentes policiales negaron a Clarín que se hayan registrado heridos y detenidos, los vecinos aseguran que hubo “un herido que fue cargado en un automóvil último modelo”.
¿El motivo de este nuevo capítulo violento? El poder de la tribuna y sus consecuentes réditos económicos, y más en una semana con tres recitales (dos de Paul Mc Cartney y uno de los Jonas Brothers) y con el Superclásico a la vuelta de la esquina . La reventa de entradas y el estacionamiento en los alrededores del estadio formarían parte del negocio de la barra . Ayer, por caso, los trapitos pedían entre 100 y 150 pesos por dejar los autos cerca del Monumental, donde Mc Cartney dio su primer concierto.
En la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos aseguran que tomarán mayores recaudos para tratar de evitar que el martes se produzcan nuevos choques. Los dirigentes de River pidieron la aplicación del derecho de admisión para todos los Patovicas de Hurlingham pero no para la llamada barra oficial , muchos de cuyos integrantes son socios del club y suelen mostrarse en la confitería durante la semana.

Quilmes contratará policías para custodiar las prácticas



Ni las siete derrotas en el Apertura, ni los seis empates, ni los trece partidos sin ganar en su regreso a Primera justifican este presente de Quilmes. Un presente violento. Tras el ataque a piedrazos que sufrió el micro del plantel y los destrozos a los autos de algunos jugadores luego de la derrota ante Gimnasia del sábado, los futbolistas dirigidos por Leonardo Madelón no se entrenaron ayer como forma de protesta y en reclamo de seguridad. El plantel se reunió con el cuerpo técnico, con un grupo de dirigentes encabezados por el vicepresidente Carlos Coloma y con el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi. No estuvieron el presidente José Luis Meiszner ni el otro vice, Aníbal Fernández. El plantel retomará los entrenamientos hoy desde las 10, ahora con custodia policial.
“A partir de mañana habrá personal de seguridad de Buenos Aires contratado especialmente. Ellos estarán custodiando el predio todos los días de la semana e iremos mejorando el sistema cuando nos parezca necesario. Al policía que habitualmente custodia las prácticas se le agregarán cuatro más. Ya no hay medida de fuerza y las cosas se están normalizando” , anunció Coloma tras la reunión, que se desarrolló en el estadio de Quilmes, ayer por la tarde. Y agregó que los integrantes del plantel no identificaron a ninguno de los agresores.
Por su parte, Marchi, rodeado por varios de los jugadores del plantel entre los que se encontraban Danilo Gerlo, Miguel Caneo y Bernardo Romeo, señaló: “Se habló previamente con los jugadores, luego se escuchó a los dirigentes, y ahora tenemos el respaldo del Coprosede para trabajar con seguridad, antes, durante y después de los entrenamientos. El club tiene la responsabilidad de brindar seguridad. La postura de los dirigentes fue de repudio, además de contemplar el pedido de los jugadores para desarrollar su actividad con seguridad” . Además, el secretario general de F.A.A. remarcó: “Esperemos que la situación no se repita. Nosotros hacemos lo que podemos, nosotros somos víctimas. Este es un grupo minúsculo” .


Algunos futbolistas les habrían dicho a los dirigentes que querían dejar el club, atemorizados. El presidente Meiszner declaró que “llegado el caso, se verá ”.Por temor o por la mala campaña, se irán varios jugadores en diciembre. Quilmes agregará un problema porque durante el receso sólo se podrán hacer cuatro incorporaciones.

jueves, 4 de noviembre de 2010

La Argentina "barra brava"





Los "barras bravas" nunca descansan y al amparo de la desidia (o conveniencia) del fútbol y la política, crecen a dimensiones de monstruo que, a veces, sale a mostrar sus múltiples y devastadoras cabezas como ha ocurrido en los últimos días.

Se mezclan los que tienen "mando de tropa" y los ex, los que están activos en la conducción de grupos de choque que alientan a un equipo determinado en la tribuna y aquellos que fueron violentamente desplazados a un retiro efectivo que no les impide hacer "changas" en sindicatos o en política.

Los datos más frescos son un "apriete" a los futbolistas de San Lorenzo y de Racing, el "reparto" de bolas de fraile y golosinas en el campo de juego de la cancha de Independiente en un mensaje xenófobo de complicada lectura y los balazos de los patoteros que siguen a Tristán Suárez, sin olvidar los combates de los de Boca en Avellaneda, previa a la represión policial, y también las escaramuzas en el clásico Globo-Ciclón.

La semana pasada, un encontronazo sindical se saldó con un militante muerto y todos los testigos apuntan hacia "barras" contratados, de Defensa y Justicia y de Racing, entre otras entidades.

También la semana pasada, una piedra le abrió la cabeza al arquero del uruguayo Defensor Sporting, en cancha de Independiente, cuando nada hacía preverlo porque incluso el local iba ganando y se clasificaba.

En las últimas horas se supo que los "barras" controlaron los accesos al estadio de Averllaneda, consumando su propósito declarado no hace mucho ante el titular de la AFA, Julio Grondona, de actuar como "acomodadores".

Antes del Mundial, la agrupación Hinchadas Unidas Argentinas se propuso mostrar una imagen de paz y solidaridad con el fin de ir a Sudáfrica, para alentar y dar alguna mano a los pobres.

Al momento de viajar, produjeron un escándalo tras otro, desde que desfilaron por los aeropuertos con caretas de Cristina y Néstor dejando en ridículo a los máximos representantes del poder constitucional e hipotecando la confianza que habían recibido.

Así, comenzaron a conocerse los prontuarios de cada uno y aquellos que habían salido del país con las caretas, debieron volver a rostro descubierto, una vez ganado el descrédito ante los mandatarios, que dejaron hacer a las autoridades sudafricanas.

Ya en tierra extranjera, no faltaron los roces con los integrantes de otro grupo de "barras", ex Boca, que derivaron en un hecho confuso con un experimentado miembro de ese grupo muerto, cuyo cuerpo llegó la semana pasada al país.

Las bolas de fraile y los "paragüitas" lanzados al campo de juego querían denostar a los hinchas de Boca calificados de inmigrantes de países vecinos de Sudamérica y las protestas vía diplomática ya están llegando a la Cancillería.

No hace mucho, expertos ingleses en violencia y fútbol vinieron al país a intentar dar una mano para solucionar esas cuestiones y pronto se volvieron convencidos de que los lazos entre "barras" y política eran tan fuertes, que aquí era imposible normalizar el entorno del deporte más popular.

Desde el Gobierno entonces, se optó por admitir que son incontrolables y apenas si se declama que no se los dejará ingresar a los estadios, esto es, mantenerlos lejos, lo que no significa erradicar su accionar.

Se colocan vallas, se arman operativos de seguridad gigantescos, se establecen "pulmones" en los estadios, se levantan alambrados y membranas de aluminio, para evitar pedreas, contactos físicos, monedazos" y escupitajos.

Cada club guarda una bomba de tiempo en el seno de su "barra brava" y una recorrida apenas por los 20 que juegan en Primera ofrece un panorama preocupante.

All Boys y Argentinos Juniors obligaron a un operativo policial monstruoso para enfrentarse el sábado último, después de alguna escaramuza barrial durante la semana previa; ambos grupos, sin embargo, viven momentos de relativa calma interna y no han sido protagonistas de grandes enfrentamientos en los últimos años.

Arsenal y Banfield pasan por un momento parecido, en tanto que en Boca hay conflictos internos y guerra declarada y abierta con Independiente y River.

En Colón las aguas están tranquilas pero en los últimos meses se han enemistado con los rosarinos de Newell`s (antes tenían una buena relación) y esperan cebados el clásico que les queda a ambos, para la última fecha del Apertura.

Estudiantes tiene a su hinchada dividida, lo que provoca internas violentas pero además, exporta sus conflictos, como sucedió en el partido con All Boys en Floresta, con individuos armados que amedrentaron a hinchas comunes del adversario, ya que "La Peste Blanca" ocupaba su tribuna en el momento de la refriega.

Gimnasia y Esgrima La Plata vela un descenso largamente anunciado, pero después del clásico con Estudiantes reverdecieron sus violentos, que fueron a "apretar" al plantel.

En Godoy Cruz de Mendoza también hay un grupo que provoca problemas y, según trascendió, la dirigencia los calmó con entradas a repartir y viajes, cuando son visitantes, en las cómodas unidades del auspiciante, la empresa CATA.

En Huracán, la barra opera como "brazo fuerte" de la Directiva y frecuentemente choca con los socios comunes, cuando éstos gritan en contra de la conducción institucional; algo semejante a lo que sucede con Independiente, donde el gobierno del club incluso es condicionado por los violentos.

En el caso de Independiente, la inquina con Boca y Racing es evidente, mientras que los que reinan en las tribunas de Huracán (que echaron a los marginales de la Villa Zabaleta, con quienes hubo durísimos enfrentamientos) protagonizan frecuentes combates a tiros con los de San Lorenzo (fundamentalmente "La Butteler").

Lanús vive tiempos de relativa paz, con algún encontronazo interno y en Newell`s existe un cisma latente, que mantiene en vilo a las autoridades policiales. Para los rojinegros se llegó a habilitar recientemente sectores separados en la tribuna visitante de Argentinos Juniors, cuestión de que no se pelearan entre sí.

La hinchada de Olimpo de Bahía Blanca no es noticia por hechos de violencia pero en Quilmes menudean los "aprietes" al plantel, más ahora que el equipo anda mal.

Los de Racing reaccionaron mal con la derrota en el clásico y recientemente reivindicaron el asesinato de hinchas de su máximo rival, Independiente (un hecho pretérito), mientras que River es un polvorín de disputas internas y sus "Borrachos del Tablón" producen
problemas fecha tras fecha, como locales o visitantes.

Ya se detalló el problema de San Lorenzo, Tigre tiene un grupo de temer (la temporada pasada quemaron un ómnibus de la hinchada de Argentinos, en Victoria, mientras que en Sudáfrica se pelearon con todo el mundo) y hasta Vélez fue noticia en un rubro que antes no lo caracterizaba.

"La Pandilla de Liniers" tuvo su disputa interna pero también generó graves episodios en All Boys y San Lorenzo este campeonato.

El panorama del ascenso luce más normal porque los visitantes no pueden acudir a los estadios, pero así y todo, este año, infiltrados de Rosario Central fueron fotografiados con revólveres en mano dentro del estadio de Patronato de Entre Ríos.

Los hechos no son esclarecidos, los "barras" aparecen con frecuencia en diferentes ámbitos y desde el Gobierno nacional acaba de bajar la orden a los funcionarios de no prestarse a aparecer en fotos con cualquiera, en un país que se ha vuelto "barra brava" y donde súbitamente se está descubriendo que hay más gente armada de lo que se podía imaginar.

La barra brava de San Lorenzo apretó al plantel tras la derrota


 

 

Luego de la estrepitosa caída en el clásico frente a Huracán, los jugadores de San Lorenzo recibieron en el playón del club la "visita" de la barra brava, que habló con los referentes y reclamó mayor "actitud".

"Muchachos, no tuvimos actitud. Perdimos con un equipo chico. Así no se puede jugar", fue el reproche de Sandokán, quien pelea por liderar la tribuna azulgrana.

"Nosotros también estamos tristes, dolidos. Prometemos mejorar la actitud", respondió uno de los líderes del plantel, según consigna el diario deportivo Olé.

Y la respuesta, más subida de tono, fue contundente: "Mejor que cambien la actitud, porque si no van a cobrar. Ya están todos avisados".
En la semana, los barras ya se habían acercado a hablar con los jugadores, con el propósito de pedir dinero para una bandera que nunca se hizo –por la prohibición de llevarla al clásico- y, justamente, para exigir un triunfo en el clásico.

sábado, 23 de octubre de 2010

Independiente - Una sociedad con el diablo


En Independiente la connivencia entre la barra brava y los dirigentes quedó al descubierto. "Es real que algunos barras trabajaron autorizados por la institución, porque contra Racing, con complicidad de empleados infieles, se liberó una puerta por la que ingresó gente gratis. Ellos ayudan a que esto no suceda. ¿Si no deberíamos dejar esto en manos de la policía en vez de darle ese poder a la barra? Bebote [Pablo Álvarez, el líder de la barra] le hizo un bien al club cuando bajó del acrílico a los hinchas que insultaban a Mouche", dijo el secretario general del club, Cristian Mattera, en diálogo con Olé .
Mattera transparentó con sus palabras una práctica que es frecuente en los clubes argentinos: barras que gobiernan los accesos de los estadios como garantes de la seguridad, o bien como recaudadores de favores de quienes pagan para acceder sin entrada a ver un espectáculo deportivo. Pasa en Independiente, sucede en Boca, entre tantos otros.
El caso de Independiente viene de antaño. "La barra es parte de la mampostería del club", describió el presidente, Julio Comparada, en una entrevista con LA NACION. Hace dos años, Bebote Álvarez y su tropa, con la venia del propio Comparada, había aplicado un mecanismo similar, al aprovechar a sus muchachos como guías acomodadores en los estadios.
Esta política que lleva a cabo Independiente es el mismo proyecto que la agrupación Hinchadas Unidas Argentinas exigió sin éxito en la sede de la AFA, en una reunión con Julio Grondona.
En Independiente gobierna la ambigüedad. El club deja en manos de la barra la seguridad de los accesos al estadio, a pesar de que algunos de los muchachos que colonizan la tribuna tienen antecedentes delictivos. Bebote , su líder, por ejemplo, fue uno de los 29 argentinos deportados de Sudáfrica durante el Mundial. Y no sólo eso: la barra suele irrumpir en los entrenamientos para exigir indumentaria y dinero. A veces, hasta se hospeda en el mismo hotel en el que se concentra el plantel y amenaza a los jugadores, como sucedió en un viaje a Tucumán, con Pepé Santoro como DT.
Hay más: hace unos pocos días, la barra amenazó a los que administran la concesión de los puestos de comidas y bebidas dentro del estadio Libertadores de América. El reclamo de uno de los empresarios fue bajado en tinta ante Comparada.
El martes pasado, en el choque con Defensores Sporting, la barra custodió los ingresos. Lo que aún no logró la nueva tropa de vigilancia es dar con la identidad del hincha que agredió con una piedra en la cabeza al arquero uruguayo Martín Silva.
Entre tanto olor a podrido, esa noche el juego continuó y a nadie se le ocurrió reaccionar con sensatez para suspender el partido. Fue tarde cuando Mohamed dio su veredicto. "Si se suspendía, estaba bien", dijo el DT tras la clasificación.

SUDAFRICA Tras 108 días, el cuerpo del barra muerto volvió al país

Luis Forlenza integraba la Banda de Lomas y murió durante el Mundial tras un ataque de hinchas de Independiente; su hija logró reunir más de 5000 dólares para repatriar los restos, que llegaron hoy a Ezeiza. Por Nicolás Balinotti  




Luis Arturo Forlenza era un barra brava argentino que murió en Ciudad del Cabo durante el Mundial tras un enfrentamiento con un grupo de hinchas de Independiente. Su muerte fue el 6 de julio y recién hoy, 108 días después, su cuerpo llegó a la Argentina después de las eternas gestiones que había activado su hija Vanesa, de 29 años. 
Vanesa trabaja de cajera en un supermercado y percibe apenas 2000 pesos mensuales. Penó para reunir el dinero necesario para trasladar los restos de sus padre. Golpeó las puertas del presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, y también de la AFA. Hasta pidió ayuda a la Presidenta mediante una carta. Finalmente, Vanesa pagó en efectivo en la funerario sudafricana Doves 12.572 rands y otros 23.004 en South African Airways. Es decir, logró traer a su padre después de pagar cerca de 5100 dólares. ¿De dónde sacó el dinero? Es una incógnita.
"A los cuatro días de la muerte nos pidió ayuda en la Cámara de Diputados. Fue medio imposible y después perdimos el contacto. Vanesa estaba preocupada y no sabía de donde conseguir la plata", dijo el diputado del ARI Carlos Comi, quien ayudó a la familia Forlenza los primeros días después de la tragedia.
Vinculado a la Banda de Lomas, un sector insurgente de la barra de Boca, Forlenza, de 57 años, sufrió un ataque cardíaco durante la madrugada del día en que la Argentina había sido eliminada por Alemania. Después del partido, Forlenza fue atacado por barras de Independiente en la estación central de Ciudad del Cabo mientras aguardaba el tren para regresar a Johannesburgo, donde estaba el búnker del grupo de hinchas xeneizes.
"Robo en la vía pública". Así se caratula la causa por la muerte de Forlenza. Si bien tenía antecedentes cardíacos, la agresión de los barras de los Rojos podría haber acentuado su malestar físico. A pesar de esto, la autopsia realizada en el Groote Schurr Hospital sentencia que murió "de causas naturales".Ni siquiera sus compañeros de la Banda de Lomas involucraron en sus declaraciones a los barras de los Rojos. En la liturgia del aguante, el silencio se denomina código de barras.
Después de 108 días, el cuerpo de Forlenza dejó la morgue judicial y ya descansa en su país natal, tal como reclamó su hija Vanesa.

viernes, 22 de octubre de 2010

Independiente Te guian al infierno


 Independiente contrató a la barra para dar seguridad en los ingresos al estadio, como quería HUA. El club dice que “son efectivos” y el gremio Utedyc estalló.
Ya no parece haber dique de contención. Los barras han institucionalizado su violencia y cooptado a los clubes en una dimensión inimaginable. Y esto sucede por culpa de una dirigencia que por miedo o connivencia los apaña, y de un Estado que los fomenta y blanquea. El martes, en el partido entre Independiente y Defensor por la Sudamericana, el círculo terminó de cerrarse. Los mismos que generan violencia en la tribuna, ahora son los supuestos encargados de que ella no suceda. Como en la mafia, te vendo la protección porque caso contrario... Y mientras en el club acusan a la Policía de no hacer nada, la barra fue contratada para dar seguridad en varias puertas de acceso a la tribuna local (sobre todo la cuatro y la siete) y hasta utilizaron chalecos identificatorios, haciendo realidad el pedido de blanquear a los violentos bajo la figura de guías acomodadores, que formuló la ONG kirchnerista Hinchadas Unidas Argentinas, en la que talla fuerte el capo de la barra Roja. Pedido que tomó impulso después de que Grondona los recibiera con honores el 31/8/10 en la AFA. E Independiente parece actuar siempre como punta de lanza: ya había hecho una prueba piloto en el clásico del Clausura 08 a cambio de $20.000, movida que se abortó tras el escándalo que generó la revelación de Olé .
Esta vez el club compró un problema extra. Los barras usaron ropa de Utedyc, el gremio de los trabajadores de los clubes, y Carlos Bonjour, su secretario general, estalló: “Mi gente me dijo que hubo más de 20 barras trabajando como vigilancia como si fueran del sindicato. Pedimos una reunión con Comparada para aclarar el tema, porque es muy grave”, le dijo a Olé .
Por su parte, Cristian Mattera, secretario general de Independiente, confirmó lo sucedido. “Es real que algunos barras trabajaron autorizados por la institución, porque contra Racing, con complicidad de empleados infieles, se liberó una puerta por la que ingresó gente gratis. Ellos ayudan a que eso no suceda. ¿Si no deberíamos dejar esto en manos de la Policía en vez de darle ese poder a la barra? Es un tema profundo. En el clásico contra Boca del Clausura pasado, cuando expulsaron a Mouche, varios hinchas se subieron al acrílico para insultarlo y fue Bebote el que a su modo los bajó para que el partido siguiera y no suspendieran la cancha. Le hizo un bien a Independiente y mejoró el espectáculo, y nosotros siempre tratamos de dar el mejor espectáculo”, afirmó Mattera a Olé .
Sobre este tema, Bonjour aseguró: “No pueden acusar a la gente de Utedyc de liberar puertas. Además, un barra controlando a otro barra no parece lo más serio, ¿no?”. Y, no...

jueves, 21 de octubre de 2010

Chile - Barticiotto fue agredido por barrabravas de Colo Colo



El ex futbolista y técnico del equipo chileno de Colo Colo Marcelo Barticiotto fue agredido por miembros de la “Garra Blanca”, la barrabrava del club, durante la presentación de la lista que lo postula como candidato a dirigente en las próximas elecciones.
El hecho ocurrió anoche, cuando Marcelo Barticcitto llegó hasta el estadio Monumental para oficializar la lista que conforma para postular a la vicepresidencia de la Corporación Club Social y Deportivo Colo Colo y muchos se sorprendieron por el trato que le dispensaron varios integrantes de la “Garra Blanca”.
Antes de ingresar al salón donde fue el acto, los barrabravas lo insultaron y trataron de “traidor” al argentino nacionalizado chileno, el que se vio incómodo por la actitud de los hinchas y aseguró que no era un “traidor” y que no lo “iban a bajar” de su candidatura, según La Tercera.
Una vez que se oficializaron las listas, una encabezada por Cristián Varela, actual presidente, y otra por Luis Maluenda y donde el ex delantero va como vicepresidente, los incidentes pasaron a mayores.
Cuando se retiraban del estadio, varios barras fueron tras Barticciotto, y en medio de los insultos lo empujaron y lo arrinconaron contra las rejas mientras le lanzaban distintos líquidos.
Barticiotto pidió calma, principalmente por un grupo de mujeres que lo acompañaba, y luego llegaron los carabineros (policía chilena), que lo sacaron rápidamente en un auto y evitaron que continuará la disputa.
El argentino, que se inició en Huracán, jugó en Colo Colo de 1988 a 1992 y de 1996 al 2002, y tuvo un paso por Universidad Católica, de Chile, y América, de México.

martes, 19 de octubre de 2010

River - La historia de los Borrachos del Tablón



El núcleo duro de la hinchada de River Plate, el grupo caracterizado como barrabravas, se autodenomina “Los Borrachos del Tablón”.
A partir del 2000 se consolidó como la barra más organizada, violenta y respetada en el ambiente. Una de las características que la diferencia de otras hinchadas es por ejemplo, que nunca avisa a la policía para anunciar su recorrido hasta una cancha visitante, mientras que La 12 (hinchada de Boca Juniors) siempre avisa en qué y por dónde va a ir.
Durante mucho tiempo, los barras de River hacían la repartija de entradas en Excursionistas (cuando se jugaba en el Monumental) o en la placita Serrano, en Palermo, o en una cancha de Constitución y Pichincha, cuando el equipo era visitante. Pero después dejaron esta metodología y se cuidaron de dar pistas sobre su organización.
Integrantes de otras barras confesaron tenerles mucho respeto a los de River. De hecho, en 1990, los dirigentes recurrieron a los carapintadas para sacarlos del club, pero ni así pudieron. Las otras hinchadas los acusan de poseer contactos políticos de buen nivel y tener ayuda de algún empleado de la SIDE y de la Policía. Y dan este ejemplo: “Una vez, los de Platense robaron banderas de River de un auto estacionado en Cabildo. A los dos días las debieron devolver por gestiones de la Policía”.
Lo que hay que reconocer, aseguran los rivales, es que son innovadores. En el 96, ante la “U” en Chile, empezaron a usar el gas paralizante: ahora es parte del equipaje de mano en los viajes. A propósito, a Tokio (ante la Juventus) fueron 40 barrabravas; a Francia 98, 15. A Paraguay, contra Cerro Porteño, fueron en avión a Posadas y micro a Asunción. En Alemania 06 fueron la barra que más integrantes llevaron, 42, toda la plana mayor de LBDT estuvo presente. Mientras la segunda línea de Boca y los de Independiente paraban en República Checa para bajar gastos, la de River tenía dos búnkers: los de menor rango, un camping de Munich (donde tuvieron un enfrentamiento con policías), los jefes, en la casa del ex jugador de River Martin Demichelis. A los primeros tres encuentros del grupo de la selección nacional fueron sin problemas. Pero para los octavos de final, no pudieron acudir en masa debido que varios de ellos fueron acusados de la reventa de entradas falsas y de haber ocupado lugares que no les correspondían.
Fuentes de financiamiento
Tendrían una entrada fija de entre 60.000 y 80.000 pesos, reventa de entradas para partidos y espectáculos musicales que se hagan en el Monumental, control de los cuidacoches en estacionamientos linderos al estadio los dias de partido y de recitales, muchos actúan como seguridad en los accesos al estadio cuando hay recitales, alquiler de los ómnibus de traslado de hinchas cuando se juega en el interior. Extraoficialmente se rumorea que tambíen cobrarían un porcentaje de las ventas de varios jugadores (caso Higuaín, Carrizo). Todo ascendería a los $300.000 mensuales, sumado al beneficio de tener los hoteles y los viajes al exterior pagos.
Durante los 70’ el jefe de la barra fue Matutito, le siguió Alberto Matute Taranto, que con 21 años, fue asesinado el 19 de octubre de 1983, a la salida de un Boca 1 River 0 en cancha de Velez Sarfield. En los alrededores se enfrentaron las dos barras y después de escucharse disparos y explosiones de bombas molotov, quedaron tres heridos y un muerto, Matute.
Otros integrantes importantes de esa época fueron Alberto, El Oso (jefe de la fracción de Palermo), Walter, He-man, Tío Rico.
Ya en los 90 la cúpula estaba ocupada por el triunvirato conformado por Edgar El Diariero Butassi, Luis Luisito Pereyra y Rito Ramón Barrios.El 29 de enero de 1993 en Mar Chiquita y antes de jugar contra San Lorenzo por una de las copas de verano, cuatro barras bravas, perfectamente identificados, atacaron con una navaja a Daniel Passarela, Ricardo Pizzarotti, José Miguel y el utilero del equipo, Carlos Peralta. Al grito de “Passarela hijo de puta, pone a Comizzo”, Miguel Alejandro Sandokán Cano, (ya había sido echado de la concentración en 1992 por pedir dinero), tiró un navajazo a la cara del técnico. Finalmente 1994, él e Ismael Melena Guassardo fueron detenidos y procesados. Ambos pertenecían al Grupo de Boulogne, que a raíz de este incidente produjo una división en la barra, en la cual también se destacaban el Grupo de Palermo Viejo (debilitado por la muerte de Matutito) y el Grupo de Laferrere.
El 22 de diciembre de 1996 antes de un partido contra Independiente, fue acuchillado el joven Christian Rousoulis hincha del equipo de Avellaneda, a raíz de este hecho y
posteriores procesos, en el 2000 la cúpula fue encarcelada por 4 años e inahibilitada por 6 para ingresar a los estadios.
La sucesión fue disputada por dos grupos, La Banda de los Patovicas (Los Yogures (¿?) , a mediados de los 90 ), liderada por Adrián Rousseau y Alan Schlenker, y el Grupo de Constitución, ligado al justicialismo porteño comandados por Albino Monito Saldivia y Alejandro El Zapatero Flores, secundados por Joe, El Turco, Gallego Chofitol, Pacha, Kevin, Luis Gedisman.
Para alimentar la leyenda, Alfredo Davicce declaró en Olé en 1998 que la barra “vende falopa debajo de las banderas. Están todos filmados…”. Allegados a los barras apuntan a un cabecilla, Tío Rico, como el proveedor de las drogas.
La segunda línea del Zapatero (todos de más de 30 años), fue la que intentó un blanqueo , al estilo de La 12, que se constituyó como sociedad sin fines de lucro en la época del Abuelo. Este grupo se dedicó a la organización de rifas, donaciones y el armado de visitas de los jugadores millonarios a distintos hospitales y comedores, sobre todo al Hospital Garrahan.
El 10 de marzo de 2001, en un viaje a Córdoba para un partido con Talleres, la policía detuvo a 45 hinchas de esa segunda línea de la barra millonaria, que portaban armas de grueso calibre, armas blancas, cocaína y billetes falsos por un total de 3000 dólares. El 21 de enero de ese mismo año, en Mar del Plata, el clásico entre River y Boca fue suspendido por los enfrentamientos entre la policía y los hinchas más violentos del club de Núñez.
Más tarde, el 10 de febrero, en la primera fecha del Clausura, un grupo entró en la tribuna del Monumental encapuchado, mostrando una bandera de Boca. Christian Mayer, integrante del grupo de El Zapatero, fue condenado a realizar trabajos de utilidad pública.
Para fines del año el poder de El Zapatero estaba debilitado. Sus decisiones no eran apoyadas por la mayoría de los nuevos integrantes de la barra. Las apretadas que sufrieron los jugadores de River después de haber perdido tres clásicos seguidos con Boca, en mayo de 2000, habrían sido las primeras muestras de poder paralelo de La Nueva Ola , (como inicialmente fueron conocidos Los Patovicas por la policía encargada de la seguridad en los estadios) jóvenes de entre 20 y 25 años, liderados por Alan, Adrián y Pitu.
El 3 de marzo de 2002 la barra de River emboscó a la de Nueva Chicago en Udaondo y Libertador, pero alguien les habría avisado lo que pasaría a los de Mataderos, que llegaron preparados. Conclusión: varios hinchas millonarios terminaron en el hospital con puñaladas y balazos.
Eso fue determinante para que los nuevos asaltaran el poder. Una versión indica que se votó entre los referentes, pero otra señala que los grupos antagónicos se iban a enfrentar en la primera fecha de ese torneo Apertura. Eso nunca pasó porque, imprevistamente, todo terminó en un choque con hinchas de Newell´s. Y, supuestamente, se pactó entre ambos sectores, la Vieja Guardia y La Nueva Ola, la convivencia.
Los Patovicas, como si fuesen políticos, prometían en su candidatura respaldo económico, elementos de logística para la hinchada y mano dura con las barras rivales. La idea era volver a poner a la barra brava de River entre las más violentas.
Del
2000 al 2002 compartieron en no muy buenos términos el poder, hasta la emboscada a la hinchada de Newell’s del 28 de julio del 2002, en Figueroa Alcorta y Monroe. Uno de Newell’s recibió un puntazo de arma blanca cerca del hemotórax derecho y otro de River, un balazo en el muslo de la pierna derecha. A partir de ahí el poder fue monopolizado por Los Patovicas y los distintos grupos comenzaron a responder a ellos; las bandas de Fuerte Apache, comandadas por Martín Stambuli; la de Caraza, de Matías Corrado -alias Pacha- y Julito Gamboa; la de Merlo, que lideraba Cristian; y las de Flores y Palermo, del Bruja y Richard.
Desde entonces, supieron manejarse dentro del club: consiguieron el amparo de algunos dirigentes, legitimaron su imagen sacando a los pungas de la popular Sívori (molieron a palos a Bolita Nazareno, que no entendía los nuevos códigos) y no dudaron en sembrar el terror y luego jactarse de ello. No sólo eso: reclamaron y consiguieron dinero y viajes con el recurso del pacto de no agresión, una suerte de apriete.
El modus operandi posterior fue claro: pura violencia para sostenerse y crecer. Participaron en un incidente con la barra de Boca, en el Arco del Desaguadero, en febrero de 2003, y crearon una canción para alimentar la leyenda de que los Di Zeo arrugaron. En abril, estuvieron involucrados en La batalla de la Panamericana, un enfrentamiento en el kilómetro 91 de la ruta 9 (a la altura del peaje de Zárate) contra la barra de Newell’s, que derivó en el asesinato de Carlos Puchetta y Héctor Ponce, dos hinchas del club rosarino. Los de Newell´s (en 6 micros) iban a La Boca y los de River (en 8 micros) iban a Rosario para enfrentarse con Central. Además de los 2 muertos, hubo más de 15 heridos y 1.100 detenidos.
El grupo principal lo integran unos 50 individuos, la mayoría con cuerpos trabajados en gimnasios y cabello corto. Este sector aglutina el 40 por ciento de la barra de River. Según fuentes policiales, sus integrantes son mucho más difíciles de llevar. Los que mandan son 20 (la mayoría son socios) y ellos organizan los viajes de corta y larga distancia para ver a River.
A partir de ahí construyeron un poder como nunca se vio en River, con la Justicia persiguiéndolos, se guardaron seis meses. Y cuando volvieron, la premisa era portarse bien. Botón de muestra: en medio de un clásico en Mar del Plata en 2005, una pelota cayó en la popular. La barra se la robó. La Policía pidió por altoparlantes la devolución y como eso no sucedió, fue un grupo de civil a filmar a Los Borrachos para acusarlos de hurto. Adrián los vio y les preguntó qué hacían. Cuando oyó la respuesta, invocó sus derechos constitucionales. Y cuando entendió que la cosa iba en serio, habló por handy y al instante, la pelota apareció.
El poderío económico, la estrecha relación con plantel y dirigentes (Luisito Pereyra, el mentor de Adrián y Alan, trabaja en el fútbol amateur, otros dos fueron empleados, coparon el gimnasio, la confitería y las parrillas y hasta el merchandising de la barra se vendía en la institución) les dió el monopolio de la fuerza.Una de las rarezas que tiene la barra brava de River es que la mayoría de sus integrantes no viene de los suburbios de Buenos Aires. Todo lo contrario. Los sindicados como los “jefes”, provienen de familias de clase media económicamente hablando, al igual que parte de la segunda línea de poder. Tanto Alan como Adrián, son patovicas reconocidos en la noche porteña y de hecho en más de una ocasión realizan sus entrenamientos con pesas en el gimnasio de la institución.
Adrián tiene 30 años y proviene de una familia de clase media. Su padre vive en Laferrere y trabaja en la Legislatura Porteña mientras que su madre vive en Belgrano, a una cuadra de donde habita la hermana de Alan junto a sus dos hijas. El, en cambio, ocupa un piso sobre Migueletes, en Las Cañitas, y vendió la moto Ninja con la que se lo solía ver para manejar un Peugeot 206 negro. Fue empleado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en alumbrado público y también personal de seguridad de una disco de Núñez llamada Ananá. Su 1,90 metro impresiona tanto como su habilidad en taekwondo: es tercer dan (cuatro categorías arriba de cinturón negro). Cayó por primera vez en la comisaría 51 a los 18 años, cuando era tercera línea de la barra. Su foja se ampliaría: tuvo una causa por lesiones cuando fue patova de boliche y otra en el 2004, tras un River-Estudiantes, cuando junto al Turco del Oeste molieron a palos a unos pungas que intentaban robar en la popular.Los hermanos Alan y William, en cambio, son de una familia de clase media alta. Viven en Barrancas de Belgrano, y Alan heredó el gusto por la aviación. Hasta hace dos años tenía apenas una entrada por averiguación de antecedentes y una pelea con un encargado de edificio. Poca cosa para un barra con poder. Pero cuando se agarraron con los de Newell’’s en la Panamericana (20/4/03), su nombre surgió y el fiscal Marcelo Pernisi lo puso como imputado, aunque al día de hoy no pudo probarle participación alguna. William, por su parte, tuvo una causa confusa que en principio habría sido caratulada como tentativa de robo por un episodio con un taxista, pero después se cayó.
Debajo de ellos están Kevin, que estuvo preso en Devoto porque lo agarraron con un auto mellizo en Provincia; el Pacha Corrado, que maneja la barra de Caraza junto a Julio Gamboa; y el Cortito, laderos de los capos.
En septiembre del 2005 los dos líderes formaron una sociedad para explotar el merchandising de la barra a la que bautizaron
Del Tablón SRL, con un capital inicial de $11.000 y con domicilio legal en La Pampa 2100, donde vive William. Pero Propiedad Intelectual les rechazó el logo de la damajuana roja y blanca con el 14 en el medio. Cuando les empezaron a caer distintas causas judiciales, Adrián cedió su 50% como socio gerente a favor de Matías Goñi, amigo de Alan.
Los dos últimos combates importantes se dieron contra la policía de países extranjeros en copas internacionales. En Brasil en el partido contra San Pablo, por la Copa Libertadores 2005: antes de comenzar el partido, hubo enfrentamientos con la policia en el sector donde estaban ubicados los hinchas de River. La policía reprimió con palazos, mientras que la barra de River respondió con piñas, piedras y palos, dejando heridos a 15 efectivos brasileños. Finalmente, este grupo de 200 hinchas hechó de la tribuna a la policia. En la revancha en el Monumental, faltando 10 minutos para terminar el partido, hubo piedrasos entre hinchas de River y del San Pablo, estos últimos desalojados de la tribuna por la policia. Afuera, enfrentamientos entre hinchas de River y la policia, hubo varios detenidos, gases y balas de goma además de corridas sobre la calle Udaondo.
En Paraguay, en julio del 2006. En el primer tiempo, hinchas de River y Libertad se arrojaron proyectiles desde la cabecera local a la platea. La Policía decidió levantar un cordón humano y amontonar a los hinchas visitantes en el medio. En el segundo tiempo, mientras Los Borrachos terminaban de sacar sus banderas, en medio de los piedrazos se escuchó un balazo, se vio el accionar de diez policías y el acorralamiento hacia los alambrados perimetrales. En el tumulto, se quemaron dos trapos que tapaban publicidades. Mientras caían refuerzos en las fuerzas de seguridad, Los Borrachos arrinconaron a golpes y butacazos a la Policía contra el alambrado, que tuvo que reaccionar disparándole balas de goma y gases a los hinchas. Hubo 20 detenidos y un herido. A la salida también hubo enfrentamientos, cometieron el error táctico de no sacarse las camisetas en la pelea con los policías, lo que hizo que los identificaran y cobraran feo a la salida, incluyendo heridos de bala que fueron atendidos por el mismo cuerpo médico del plantel de River en el lobby del hotel.

La Historia de La Doce - La llamada Barra brava de Boca Juniors



Según los entendidos los motores que mueven la historia, desde los tiempos más remotos, son siempre los mismos: la pasión, el dinero y el poder. No siempre se encuentran presentes de manera tan explicita, pero camuflados bajo otras formas, sin duda aparecen y en esta historia no podían faltar.
La Historia de La Doce - La llamada Barra brava de Boca Juniors
En Argentina aún se vive bajo un Gobierno Militar, el tristemente famoso “Proceso de Reorganización Nacional” que derrocó del poder a Isabel Martínez de Perón allá por 1976 sigue en vigencia bajo el mando del Coronel Jorge Rafael Videla.
El “Mundo Boca Juniors
Estamos en 1980 y los argentinos ya llevan 6 años sin poder ejercer su derecho a voto, derecho cívico que sólo se respeta en algunas Asociaciones Civiles sin Fines de Lucro como ser los clubes de fútbol. Boca Juniors, para algunos el club de fútbol más reconocido del país, se encuentra sumergido en una de sus más profundas crisis, al borde de la quiebra y de la desaparición por causa del inmenso déficit económico. La nueva dirigencia al mando del recientemente elegido Presidente Antonio Alegre trabaja día y noche para evitar que el equipo se hunda. Sin embargo en otro lugar del Barrio de La Boca un grupo de hinchas de los más radicales no se preocupan por el futuro del club, sino por asegurarse el propio.
El Abuelo.
José Barrita, nacido en Italia pero fue criado en La Boca, es conocedor de sus calles y conventillos (viejas y humildes construcciones de chapa, madera y cartón donde se instalaban los inmigrantes al desembarcar en el Puerto de La Boca) como de la palma de su mano. No se pierde un partido de Boca Juniors y luego de tanto amor brindado y tantos años de “militancia” cree que le ha llegado el momento de una recompensa. Por eso, en una noche de verano y en una reunión como tantas otras, mientras la “Barra Brava” (así se conoce en Argentina a los “Ultras”) organizaba un viaje al interior del país para seguir al equipo de sus amores, José Barrita sacó de entre sus ropas un revólver calibre 38, apuntó al entre cejo de “Quique” el hasta entonces “Jefe” de la “Barra Brava” de Boca y le comunicó que a partir de esa noche él sería quién diera las ordenes. Y pese a la resistencia inicial, los tiros terminaron de convencerlo. Desde ese episodio nadie supo más nada de la vida de “Quique”, quién hoy tiene un puesto de venta de merchandising oficial de Boca cerca del estadio, por mucho tiempo. Esa noche, sin duda, no fue una más por que no sólo desapareció “Quique”, también desapareció José Barrita para darle vida a “El Abuelo” el más recordado de los Jefes de “La Doce” (tal como se le llama a la “Barra Brava” de Boca).
Pero El Abuelo necesitaba “hacerse conocer” y sus credenciales no fueron otras que las armas. Durante sus primeros años al mando de La Doce tuvo violentos enfrentamientos con barras de otros clubes dejando como saldo 5 muertos y un centenar de heridos. Con su nombre grabado a sangre en el inconsciente del mundo futbolístico, El Abuelo escuchó los consejos de sus “lugartenientes”, los hermanos Rafael y Fernando Di Zeo, y se decidió por un manejo más “empresarial” de la Barra y creó la Fundación Jugador Número Doce que, con la excusa de realizar obras benéficas, se ocupa de recaudar fondos para solventar los viajes, las entradas y hasta los gastos diarios de sus fundadores. Los fondos eran aportados por jugadores y dirigentes de Boca Juniors, quienes decidían colaborar previa amenaza de sus “miembros”. Tan bien marchaba el negocio que la Fundación recaudó en el primer año de vida casi U$S 3 millones.
La Traición
El negocio marchaba más que bien, pero la violencia era una llama que no terminaba de apagarse en el interior de El Abuelo y esa fue su perdición… A principios de 1994 y con la intención de volver a las armas, El Abuelo incorpora a un grupo de jóvenes de Fuerte Apache (un complejo habitacional de gente humilde y en algunos casos marginal) con la intención de que fueran su “Fuerza de Choque” en los sucesivos hechos delictivos que planeaba. Los Di Zeo, defensores acérrimos de un manejo más mafioso y redituable que de un regreso a la violencia se alejaron. Pero no tanto… Fue un 7 de abril de 1994, luego de un Boca-River donde El Abuelo, tentado por comentarios que decían que “estaba viejo, que ya no tenía fuerza para comandar a una masa tan grande” decidió mostrar su vigencia: planeó una emboscada. Su “Fuerza de Choque” esperaría a que pase un camión con un grupo de hinchas de River y lo atacarían a balazos. El hecho dejó como saldo la muerte de dos de ellos. Seis miembros de La Doce fueron encarcelados, y El Abuelo pese a poder comprobar que no estaba presente en el lugar del hecho, puesto que estaba siendo entrevistado por una periodista inglesa que testificó a su favor, fue condenado por ser considerado el Jefe de una Asociación Ilícita (La Doce) según el Código Penal argentino.
La Sucesión
Con El Abuelo fuera de circulación la sucesión recayó en quienes desde las sombras le habían puesto el señuelo al Jefe de La Doce: los hermanos Di Zeo. Rafael siempre fue el que llevaba la voz de mando en la familia y así lo fue en la hinchada. Fernando, en cambio, ocupó un lugar más silencioso pero se aseguró de consolidarse como el “Vicejefe” de La Doce para evitar que otra traición, los desbanque. Los Di Zeo visitaban a los miembros de La Doce encarcelados e incluso organizaban visitas de jugadores de Boca Juniors al penal en el que estaban, para jugar al fútbol con los internos. Reuniones que siempre terminaban a las risas y compartiendo un asado. Los Di Zeo convencieron a los miembros recluidos de que El Abuelo tuvo una pena inferior a la de ellos por que fue el “entregador”. Así, no tardaron en llegar las banderas y los cánticos que acusaban a El Abuelo de traidor. Con esto los Di Zeo se aseguraron “la muerte” del único hombre que podía hacerle sombra en la comandancia de La Doce. El Abuelo salió en libertad en diciembre del ’97, y cuando intentó acercarse a La Doce, una noche de enero de 1998 una lluvia de tiros de la que salió vivo de milagro, le recordó que ya no era más el de antes, había vuelto a ser José Barrita. Lejos de La Doce y del Barrio de La Boca, la muerte lo sorprendió a José Barrita disfrazada de crisis asmática, enfermedad que El Abuelo arrastraba desde su niñez.


El Mundo de los negocios
Con la llegada de Mauricio Macri y la consolidación de Rafael “El Rafa” (tal su nombre de guerra) Di Zeo al frente de La Doce, la violencia pareció esfumarse del barrio de La Boca. Nadie lo pudo aseverar, pero por las calles del barrio se comenta que entre uno de los empresarios más ricos de la argentina y el dueño de una agencia de remises del barrio de Villa Lugano (tal como figura Di Zeo en los registros fiscales) se firmo un “Pacto de Convivencia”. Pacto que incluye además del libre acceso al club para la cúpula de La Doce, el estacionamiento de la calle Del Valle Iberluzea (uno de los principales accesos al Estadio de Boca) y la recaudación de una de las ventanillas de venta de entradas para todos los partidos que juegue Boca de local.


La pasión o el amor por un club. El Poder para comandar a esa gran afición autocatalogada La Doce. Y el Dinero que genera la gran masa de gente que sigue a Boca Juniors, fueron los motores de esta historia de sangre y traiciones.

lunes, 18 de octubre de 2010

PARAGUAY - Chilavert a las piñas

Este no es barrabrava pero lo que se la aguanta!!!!!




Chilavert se agarró a las piñas con un empresario que, según él, le debía dinero y lo insultó cuando le reclamó. "Me llamó paraguayo muerto de hambre", contó el arquero.
José Luis Chilavert no es precisamente una persona tranquila. En su pasado hizo cosas como encajarle un escupitajo a Roberto Carlos. No muy lejos de eso estuvo lo que el ídolo de Vélez protagonizó en el aeropuerto Silvio Pettirossi de Asunción.
El arquero se agarró a trompadas con un Pablo Martín Seijas, un empresario argentino que, según Chila, lo ofendió cuando le reclamó una deuda que mantenía con él. "Me llamó paraguayo muerto de hambre", contó el ex capitán de la selección guaraní.
"Me molesta que en el extranjero nos digan de todo, pero en nuestro país no lo voy a permitir. Me tiró un par de manotazos y me tuve que defender", añadió Chilavert, que está viviendo en Buenos Aires y realiza frecuentes viajes de negocios a su país natal.
"No soy ningún muerto de hambre, me siento orgulloso de ser paraguayo", continuó. Además, afirmó que el incidente ya fue comunicado a la Policía. El empresario, por su parte, aseguró que no le debe "ni medio dólar" al arquero. Igual, tuvo que atajar las trompadas...
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San Martín Tucumán - De Santos no tienen nada...



San Martín mereció más pero sólo igualó. Luego, la barra fue a la zona de vestuarios y hubo bolonqui.
Las posiciones encontradas quedaron de manifiesto muy temprano, en la primera parte, cuando San Martín -con Casado como manija- buscaba vulnerar a Mazzón pero sin éxito. La barra brava del Santo, por aquellos ratos de dominio absoluto de su equipo, no se puso colorada para insultar a los jugadores y al cuerpo técnico. ¿Y qué hizo el resto de la gente? Lo contrario: apoyó sin cesar y dejó en segundo plano a los muchachos de los tirantes.
Con el empate consumado, y unos minutos antes de que Roldán evitara pronunciarse sobre su continuidad (“todo lo que tenga que decir se lo diré al presidente Rubén Ale”, declaró), varios integrantes de la barra -casualmente le dicen La Brava- aparecieron en la zona de vestuarios con los mismos gritos ofensivos, y agredieron a los pocos que se animaron a expresarse en favor del plantel y cuerpo técnico. Lamentable pero real.

sábado, 16 de octubre de 2010

BOCA - Camine para allá!!


A Gaona Lugo lo hicieron pisar pese a la recomendación médica. ¿Quién? Un empleado de seguridad que no quería que lo filmaran con muletas. Ay, Boca.
Los gurkhas son conocidos por su salvajismo en combate. Son soldados nepaleses que sirven en unidades especiales del ejército británico y de la India. Profesionales de la guerra. Mercenarios.
A Daniel San Martín, el hombrecito calvo, bajo y morrudo que controla el acceso al hall de Casa Amarilla, le dicen gurkha. Nadie sabe de dónde le viene el apodo, aunque hay teorías. Algunos sugieren que se debe al evidente salvajismo de sus modales, reñidos con la educación y buenas costumbres. Otros dicen, simplemente, que es por su condición de mercernario que vende sus puños al mejor postor.
Tras protagonizar varios hechos violentos desde que está, hace más de un año, ayer el Gurkha pasó hasta por encima de los médicos. ¿Cómo? Los camarógrafos que cubrían la práctica quisieron tomar imágenes de Gaona Lugo con muletas. El Gurka les gritó, los echó y, cuando el chico dio el OK para la filmación, le arrancó las muletas y lo hizo caminar hacia el auto sin ellas pese a que tiene prohibido pisar por su fractura.
San Martín es empleado del club, fue barrabrava y se cuenta que lo alejaron de la tribuna porque su comportamiento era inaceptable incluso allí (un récord). Boca, sin embargo, lo contrató. Y él reparte sus malos tratos.

jueves, 14 de octubre de 2010

Detienen a tres barrabravas de Newell’s tras una persecución





Tres hermanos integrantes de la barra brava de Newell’s Old Boys fueron apresados la noche del miércoles tras protagonizar una cinematográfica persecución automovilística con un móvil de la Brigada de Investigaciones que se inició en la zona sur de la ciudad y terminó en Villa Gobernador Gálvez.
Todo empezó en Ayacucho y Buenos Aires cerca de las 22 de anteanoche cuando los agentes que patrullaban en un móvil de Investigaciones pretendieron identificar al ocupante de un Peugeot 206 con vidrios polarizados, patente GNX613, que se encontraba en esa esquina. Lejos de acatar las intenciones de los policías, el conductor emprendió una veloz huida y detrás de él salió el patrullero.
La carrera transitó por Ayacucho hacia el sur. Pero al llegar al cruce con calle Lainez (a la altura del 5800)apareció en escena un Alfa Romeo verde con vidrios oscuros, patente BXI338, que se interpuso al paso del auto policial con intenciones de chocarlo. Sin embargo, los agentes esquivaron la maniobra y siguieron detrás del Peugeot y perseguidos por el Alfa.
Ya en Villa Gobernador Gálvez, más precisamente en el cruce de San Martín y San Diego, el móvil policial fue emboscado por el Alfa Romeo y una camioneta Kia, patente CLQ636, mientras el Peugeot se estacionó unos metros más adelante. En esas circunstancias los policías fueron apretados por una decena de muchachos que bajaron de todos los vehículos. Hubo empujones, golpes de puños y patadas. Sólo la llegada de móviles del Comando Radioeléctrico de la vecina ciudad le permitieron a los agentes rosarinos salvar el pellejo.
Pesos pesados.Minutos después la mayoría de los maleantes se subió al Peugeot y a la Kia y escapó del lugar. Pero la policía incautó el Alfa Romeo, que tenía pedido de secuestro por haber sido robado meses atrás, y detuvo a tres hermanos identificados como Leonardo Javier Bassi, Damián Enrique Bassi y Luis Orlando Bassi, de 35, 33 y 29 años respectivamente.
Estos tres hombres, a los que se les inició una causa por resistencia a la autoridad, daños y lesiones, integran la lista de casi 100 hinchas de Newell’s cuyo ingreso a la cancha del Parque está prohibido por ser parte de la barra brava leprosa que en los últimos meses viene dirimiendo a sangre y golpes la conducción del paravalanchas.
Es más, fuentes que siguen de cerca la interna rojinegra dijeron que Luis Bassi, "apodado Pollo, es la mano derecha del efímero líder de la barra, Diego Panadero Ochoa", y está vinculado al ataque a balazos contra la vivienda de Daniel Teto Vázquez, en Maipú al 3300, ocurrida el viernes pasado.
A los tres hermanos apresados se los vincula con un ataque a tiros ocurrido el viernes pasado contra una casa de Maipú al 3300.

miércoles, 13 de octubre de 2010

BOCA - Repaso de los lideres de la 12



Desde su creación, en 1969, la barrabrava de Boca tiene una larga historia de jefes, "capos", luchas de poder e internas cargadas de violencia. La gente recuerda a José Barrita y Rafael Di Zeo, pero la lista es mucho más larga.
En 1969, cuando el “xeneize” logró los títulos de la Copa Argentina y el Nacional, se formó un grupo que se llamó "La Barra de Cocusa". Los líderes eran "El Negro" Bombón, Jorge Corea y un personaje desconocido cuyo apodo era "Cocusa".
En 1973, aparece Enrique "Quique" Ocampo, también conocido como "El Carnicero". Éste tenía como mano derecha al "Viejo" Carrascosa. Quique fue el “capo” de la barra durante casi toda la década.
Con el correr de los años, no tardaron en aparecer los problemas y las internas por el poder (algo que no es propio de la actualidad). Quique se quedó sin apoyo y en 1981 José Barrita, el personaje más recordado en la historia de “La 12”, comenzó su temeroso reinado.
En 1988, "el Cuervo", un nuevo peso pesado en la lucha por el control, y gente del barrio de La Boca se enfrentaron al sector del “Abuelo” porque decían que se quedaban con algunos vueltos del dinero que, ya en ese momento, recibían de la dirigencia.
Luego de varios episodios nefastos llegó el año 1994. Tras una emboscada a hinchas de River, que terminó con dos muertos, fueron encarcelados varios barrabravas de Boca, entre ellos Barrita.
A partir de ese hecho, “La 12” se vio obligada a buscar un nuevo líder. No podía ser cualquiera. La conducción quedó en manos de Rafael Di Zeo, que ya tenía una vasta experiencia en el “duro” oficio de ser barrabrava.
El resto es historia conocida. “El Rafa” se convirtió en un personaje muy particular del fútbol argentino y terminó, al igual que su antecesor, entre rejas.

La barra brava de Boca tuvo un momento fundacional con la asunción de José Barrita como líder, luego se hizo cargo Rafael Di Zeo y ahora la dirimen en una interna feroz entre Mauro Martín y Richard William. Vea en Infobae la historia de la 12
La barra brava de Boca tiene un momento fundacional con la asunción de José Barrita en 1981, tras el retiro de Quique "El Carnicero" líder hasta ese año. El “Abuelo”, apodo que recibió Barrita por su color de pelo blanco, fue el primero en darle un carácter ilícito a la hinchada de Boca.
Creó la "Fundación Jugador Número 12" con la que recaudaba dinero para mantener los viajes y gastos de la barra. Además de extorsionar a jugadores para que aporten una suma de dinero por mes para costear el andar de la hinchada, comprar banderas, etc.
En 1994 fue declarado culpable de líderar una asociación ilícita y encarcelado durante 9 años, tras una emboscada a hinchas de River tras un superclásico y la muerte de dos simpatizantes millonarios.
Tras la caída del “Abuelo”, quien tomó la posta fue Rafael Di Zeo, más conocido como Rafa. Un personaje que siempre estuvo metido dentro de La 12 con una participación que iba en aumento. Un ejemplo: La “Fundación Jugador Número 12”, tenía domicilio en la calle Araujo 2781; donde vivía Rafa.
Rafa llegó al poder con su hermano Fernando. Juntos, los hermanos Di Zeo siguieron con el “negocio” de la violencia. Le pedían plata a los jugadores, dirigentes, les cobraban a turistas extranjeros para ver el partido a su lado y hasta brindaban clases instructivas a hinchas de otros países.
Rafa se hizo popular tras el brutal ataque a un hincha de Chacarita, apodado “Pajarito”, el 3 de marzo del 99, en la Bombonera durante un partido amistoso de pretemporada entre Boca y el “Funebrero”. Por esa acción, en la que quedó registrada su participación por las cámaras televisivas, fue condenado a 4 años y 3 meses de prisión en 2007.
Tras la caída de Rafa quien agarró la manija de la barra, fue Mauro Martín, dueño del club Leopardi, de Villa Luro, que llegó al comando de la hinchada de Boca tras una tremenda pelea en Uruguayana que dirimió la interna.
Martín llegó apoyado por Richard, un ex guardaespaldas de Di Zeo. Sin embargo ahora la cosa cambió y ellos dos pelean por el liderazgo de la Barra, que por ahora sigue en manos de Martín, tras varios enfrentamientos entre las dos facciones
Foto subida a las 18:39