domingo, 3 de octubre de 2010

River - No soy yo, sos vos


Kevin, el último preso por el caso Acro, dijo que el handy con llamadas clave que le adjudican no es suyo, sino de otro barra, Burter Cané, al que complicó.
Durante tres días Matías Kraft, Kevin, histórico barra de Los Borrachos del Tablón, se sentó frente al juez Alejandro Cilleruelo para dar su versión del crimen de Gonzalo Acro, donde se le imputa haber participado de la organización y seguimiento del mismo, sin haber hecho nada para impedirlo. Las primeras jornadas fueron de rigor. Contó que entró a la barra en los 90 cuando la lideraba El Diariero y que en 2003, tras el triunfo de José María Aguilar, la CD le dio el mando a Alan Schlenker y Adrián Rousseau. Es más, en su segundo día de indagatoria aseguró que “Adrián era el ejército armado de Aguilar”. Claro, para la Justicia esa relación nunca existió, dado que la dirigencia fue sobreseída en la causa por administración fraudulenta y connivencia con la barra.
Pero lo interesante llegó al tercer día, cuando el último prófugo que le quedaba al caso (se entregó el 23/9, tras eludir su captura 26 meses) dio datos. Dijo que dejó de ir a la cancha tras la batalla del playón (6/5/07) y entregó una jugosa anécdota. “Escuché tiros y salí corriendo. Me crucé con Alan que me dijo: ‘Qué hacés acá, cagón, que no estás aguantando los trapos’. Porque los de Adrián además de apuñalar gente habían ido a robarse las banderas. Ese día me dije ‘este tipo está loco’ y no fui más”. Y para despegarse del caso, aseguró que un handy que le adjudican y que tuvo comunicaciones clave con varios acusados, no era suyo sino de otro barra que jamás estuvo en la mira y ahora verá complicada su situación: Martín Cané, alias Burter. “A mí me adjudican un teléfono que termina en 4699 que fue mío hasta julio, cuando se lo di a Martín Cané. Todas las comunicaciones que tiene ese teléfono son suyas”, dijo Kevin. Ese handy cruza llamadas con varios acusados en dos días clave: el 5/8/07 cuando según la Justicia se planeó el crimen, y el 7/8, jornada en que se concretó. Igual, Burter tiene una salida: no hay radios en el horario del hecho, lo que resultó clave para procesar a los siete acusados. En cambio, el otro handy de Kraft, que termina en 6670 y del cual sí reconoció su pertenencia, tiene una comunicación con Cuca Girón media hora después de producirse el homicidio. Y aunque argumentó que Cuca lo llamó y él lo atendió sin saber cuál era el tema, esa llamada y su paso por una pizzería tres horas antes del hecho, donde estaban Pluto y los Schlenker, sellarían su suerte y la próxima semana sería un nuevo procesado del caso Acro, que ya tiene a siete barras a la espera del juicio oral, que se realizaría a fin de año.
.
..

No hay comentarios:

Publicar un comentario