viernes, 10 de septiembre de 2010

No viajan los restos del barra




Luis Forlenza había viajado al Mundial integrando el grupo autodenominado La barra de la Selección, integrado por viejos barras de Boca de la fracción Lomas de Zamora y Villa Ballester, que contaban con el apoyo de gente cercana al cuerpo técnico y a la dirigencia de la AFA. Pero después de la derrota en Ciudad del Cabo frente a Alemania, fue atacado por la barra de Independiente y su corazón, que venía con dos by pass desde Buenos Aires, no resistió. Falleció en el hospital local tras pasar dos días en terapia intensiva, y ahí empezó otro periplo para su familia: intentar repatriar los restos. Sin posibilidad de juntar los 2.500 dólares para lograrlo y sin ayuda del Consulado argentino, ahora la historia tendrá su peor final, porque según publicó el sitio web 442, el cuerpo de Forlenza será incinerado y sus cenizas serán trasladadas a una morgue judicial a la espera de que alguna vez algún familiar viaje en búsqueda de la urna. Sus compañeros de periplo y quienes financiaron aquella aventura barra por Sudáfrica, se desentendieron por completo del asunto.




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