miércoles, 22 de septiembre de 2010

SAN MIGUEL | COMO EN EL FAR WEST “Me dijeron: ‘renunciá o te lastimamos’”




Armando González dejó de ser el DT del Trueno tras una fea apretada de la barra. Y se fue media CD.

San Miguel es un polvorín. El club vive su proceso de quiebra y el fútbol quedó atrapado por la ley del far west, donde mandan los violentos que como en un viejo western, salieron a aterrorizar a todos. Y tras dos apretadas consecutivas y una amenaza directa, lograron la renuncia de Armando González como DT del Trueno. La primera historia ocurrió el jueves cuando 12 barras del grupo La Plazoleta, que desplazó a los históricos del barrio Del Sol, apareció por el vestuario y amedrentó al plantel con un “si no le ganan a Laferrere, cobran todos”. El domingo, y a pesar de haber jugado un buen segundo tiempo, San Miguel perdió. Y los barras volvieron con el capo, Lito, a la cabeza. Esta vez encararon al DT y le dijeron que debía irse. Ante la negativa de González, fueron directos: era renuncia o atenerse a las consecuencias.

“Llegaron 40 minutos después del partido. Eran 10 y yo estaba con dos jugadores. Querían charlar detrás de la tribuna pero vi cómo venía la mano y les dije que no. Ahí el que llevaba la voz cantante me dijo que debía renunciar. Le expliqué que la actitud del equipo en el ST me había dejado tranquilo y que en todo caso, ese era un tema de los dirigentes. Se río y me aseguró: ‘Acá mandamos nosotros, o todavía no te diste cuenta. Si para el martes no te fuiste, te lastimamos. Sabemos dónde vivís y cómo se mueve tu familia’. Los dirigentes me apoyaban, el plantel también, pero ante esto... les hice frente hasta que pude, pero vivo en el barrio, veo cómo se manejan y no soy un mártir. Tengo impotencia, pero primero está mi familia. Lograron meterme el miedo adentro”, le dijo González, en forma de catarsis, a Olé .

La situación de anarquía es tal que ante lo sucedido también se fueron los vicepresidentes Bulacio y Flores y el secretario Coria. El trasfondo es que la barra se lleva del fútbol entre seis y siete mil pesos y quería aumentar su cuota al doble. Ante la negativa, decidió boicotear a la actual conducción para poner gente afín a ellos que cumpla con sus expectativas. En el pasado le hicieron lo mismo a Claudio Ramos, un inversor externo del club. Ayer el plantel entrenó sin técnico. Y hoy varios jugadores podrían anunciar que dejan un club dominado por la barra brava.

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